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Los tratamientos de ortodoncia tienen como objetivo tener una dentadura sana, la edad siempre depende cada niño o niña, sin embargo, y a pesar de que existen situaciones en que es necesario realizar una ortodoncia prematuramente, el 80% de los casos se debe llevar a cabo durante el pico de crecimiento del niño o niña, entre los 11 y los 13 años. ¿Por qué?
En esta edad, en menos tiempo se consiguen mejores resultados, de una manera más rápida, eficaz y económica.
Desafortunadamente, la ortodoncia también se ha convertido en un producto de mercado que tiene como único objetivo que los dientes se vean alineados. La ansiedad que produce en un padre o madre ver que aún no puede hacer nada, de tener que esperar al momento oportuno a menudo es superior a la credibilidad del profesional.
Una ortodoncia prematura a menudo resulta en un tratamiento mucho más largo en el tiempo y costoso de lo que debería haber sido de realizarlo en la edad apropiada.
Además, cuanto más tiempo el niño o niña tenga que llevar aparatos, más posibilidades de caries, gingivitis u otras dolencias puede llegar a experimentar, puesto que la higiene no es la misma que sin ortodoncia.
Lo que debe ser prioritario es la salud general y postural del niño o niña, combinando estética y función. Por tanto, se debe actuar cuando realmente es necesario, ni antes ni después.
Los tratamientos de ortodoncia tienen como objetivo tener una dentadura sana, la edad siempre depende cada niño o niña, sin embargo, y a pesar de que existen situaciones en que es necesario realizar una ortodoncia prematuramente, el 80% de los casos se debe llevar a cabo durante el pico de crecimiento del niño o niña, entre los 11 y los 13 años. ¿Por qué?
En esta edad, en menos tiempo se consiguen mejores resultados, de una manera más rápida, eficaz y económica.
Desafortunadamente, la ortodoncia también se ha convertido en un producto de mercado que tiene como único objetivo que los dientes se vean alineados. La ansiedad que produce en un padre o madre ver que aún no puede hacer nada, de tener que esperar al momento oportuno a menudo es superior a la credibilidad del profesional.
Una ortodoncia prematura a menudo resulta en un tratamiento mucho más largo en el tiempo y costoso de lo que debería haber sido de realizarlo en la edad apropiada.
Además, cuanto más tiempo el niño o niña tenga que llevar aparatos, más posibilidades de caries, gingivitis u otras dolencias puede llegar a experimentar, puesto que la higiene no es la misma que sin ortodoncia.
Lo que debe ser prioritario es la salud general y postural del niño o niña, combinando estética y función. Por tanto, se debe actuar cuando realmente es necesario, ni antes ni después.