Los selladores dentales son películas delgadas de plástico que se pintan en las superficies masticantes de los dientes posteriores -- molares y premolares --, y son muy eficaces para evitar la destrucción del diente (caries). Los selladores dentales son especialmente eficaces en los dientes posteriores ya que los dientes posteriores contienen cavidades y ranuras más difíciles de alcanzar que sirven de alojamiento a los restos de alimentos y la formación de placa bacteriana.
Como los selladores actúan como una barrera física contra la destrucción dental y la formación de placa bacteriana, en la mayoría de los casos ofrecen un 100 por ciento de protección -- la variante más importante es el grado en que se adhiere el sellador a la superficie del diente.